Por las mujeres que no están en las fotos.

No encuentro por donde defender la práctica del uso del útero y por consiguiente de todo su cuerpo, mente, situación social, económica…, de una mujer que no posa para una foto, que saldría andando por la puerta de atrás, con un dinero cobrado, una simple ayuda para seguir adelante. Esa mujer que no es importante porque es una de tantas fábricas que producen bienes de consumo.

 Como en otros famosos, y ricos de diferente pelo, lo de comprar niños es una práctica frívola que consiste si tengo dinero lo gasto en lo que quiero porque puedo.

 Si tengo una depresión por perder a un hijo pues me lo compro como si se te muere un perro y te compras otro, habría que estudiar la salud mental de una persona así. Además si puedo sacar pasta de una revista hasta me puede salir gratis y no tirar de ahorros. Incluso puedo introducir en el contrato la vida del niño, y cuando tenga dieciocho años que se dedique a vender lo que le pasa o no le pasa. Si además tengo una edad en la que no podría adoptar y tampoco gestar, por razones obvias, pues no me importa,  porque el dinero lo es todo, al niño no le faltará de nada de lo material, lo demás es menos importante. Y si los medios de comunicación le ríen la gracia con las fotos esperpénticas de salir en silla de ruedas, y si se reabre el debate de si se debería mercadear con el útero de las mujeres pues estupendo, a hablar en todas las televisiones, que no tienen nada mejor que hacer, y la gente cómo no, siempre defendiendo al de arriba, que si el niño es un privilegiado, que si la madre no le habría dado lo mismo. 

No sé, no hay por donde cogerlo, pero como siempre, se reduce a una polémica, en vez de pensar realmente todos los puntos terribles que se dan en este caso y en muchos otros.