Será ese día que venderán el aire puro en capsulas,
Y el sonido de aquellos pájaros que recitaban
versos apoyados en las caléndulas
volverá a escucharse después de desleír
una pastilla efervescente con sabor a naranja rancia,
será ese día que las drogas sustituirán aquello
que fue un mar de espuma blanca,
¡habremos conseguido que la felicidad
se pueda comprar ingiriendo química!,
seremos ese día capaces de cambiar la tierra
en una artificial igual que la que fue natural,
vagaremos con la tranquilidad
del trabajo bien hecho,
rodeados de excrementos de plástico
y con los ojos vueltos sintiéndonos estrellitas
elegidas por el dedo de un dios lerdo.
Lorenzo Arabí 