Vivimos con una máscara
por el riesgo de ser excluidos
de las estadísticas de autoestima
y los amores homosociales,
con la salud mental
envuelta en un silencio,
dormitando las dudas
y no se nos olviden
blandir las certezas,
escondiendo aquel lugar
del que creemos ser dueños,
para convertirnos en imágenes,
vivimos con una máscara
para parecer idiotas
y nadie sepa que somos tiernos,
y nos duelen los golpes
y nos gustan las caricias,
y somos mejores
que lo que se espera de nosotros.
2 respuestas a “Vivimos con una máscara.”
Una imposición social que las almas libres se arrancan de raíz.
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Así es.
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