Tengo que saber autogestionar
la naturaleza nívea de mi alma
esquiva y susurrante como una arpía,
eso me digo cada mañana
y me replico que no comprendo ni papa,
la blancura estuvo en las palabras
y estas las ennegrecen las noticias
mi interior es silencio hasta que otros ladran,
el mundo es perezoso para la paz
y emprendedor para la guerra,
que bien estaríamos besándonos
besándonas, besándones, con cientos de labios,
no me gusta ese juego de palabras
como diría mi yo más normativo
lucha, construye, muerde, no llores
que la guerra y la lucha te aman como a cualquiera
que no existe ni lo binario, ni lo no binario
está solamente el hombre,
solamente los hombres con los obuses esperando.