…Un día, al fin, todo limpio
un día libre de libres (Juan Ramón Jimenez).
LA libertad para quien la paga
como un suelo de profecía
andando por la cuerda floja
con dolores de tobillos y alma,
y si la oprimida, la esperanza marchita
nos despierta, sonriamos que la voluntad
como dicen, resuelve las encrucijadas.