La eternidad es tiempo aún no construido.

¿Y quién lo entiende?

Los caminos fueron infinitos al comienzo

y los resultados finitos cuando desovaron,

En una reacción en cadena interpretamos eco crucial

luz tártara, suspiro celeste, porfiria seca, estigma angosto,

nos replegamos a cuchichear en nuestro edredón de rata

con el sudor frío de la culpa, y la necedad de incauto

entre miedo y miedo nos mantuvieron la cabeza gacha

entre verdad y verdad nos creímos mejor la mentira,

El tiempo se inventó aquella tarde de primavera

en la que la luna había caído como un ascua

suspirando dolores, hirviendo la gélida tiniebla

lo construyeron andamiaje rodeando la estéril espera

aquello fraguó y se convirtió en una faja pétrea

loca como el frío de hueso, tonta como la luz de oído,

y como lo dejamos seguir, esa tarde y su invento,

aquí nos tendréis construyendo aire en los castillos

para siempre que es igual que para nunca.

A %d blogueros les gusta esto: