Los dedos comparten con las galletas
que lo que les concierne los ablanda,
al lanzarlos como arietes a los abrazos
los dejamos tentar quizás para conquistar,
a veces para ser los primeros que aman
a veces para ser los primeros que tiemblan
a veces para ser los primeros que fracasan,
sienten a los demás mejor que cualquier mirada,
son los que se agarran a la vida
y los que la dejan irse como arena,
te indican una dirección
y te pierden entre los sentidos,
son la voz con la que el cuerpo escribe
lamentos, risas, cariño, toques, roces…
en la oscuridad son piernas
que entre la fantasía avanzan,
y en el sueño tierra que mojada es objeto
y cuando se agrieta se deshace como tiempo.