De final indoloro estarán las angustias construidas
sin repasos ni abordajes a un interior carencia,
…
Mejor el ruido, las palabras necias en ojos vidriosos
peor la paciencia, el reconstruir un discurso,
…
Esa especie que se autoconcedió la orfandad
como premio a su desidia, a su mano asiendo el ciclón
se autoabjudicó gracias y dones, acabar en el reparto
de un abandono, de un páramo, de un solar de chirimbolos
y como premio de consolación, ganarse el hueco
la tierra húmeda, el suelo seco, la voz asustada, el grito tibio.
Esa especie construyó el camino que la llevaba al precipicio, al cadalso, milimétricamente, con todos los cálculos realizados, no se le escapó nada, hasta el dinero que se pierde en la corrupción, estaba tan bellamente ejecutado, hizo falta la sabiduría del mundo, nadie se podría resistir, lo siguieron…