Yo, como escritor esteta
alejado de buscar tesoros
soy un lector que anhela salvarse,
como Scherehezade, relatando
hasta construir el libro
que no encontró en anaqueles,
regalárselo al tiempo
buscando, esperando su indulto,
encontrar la perfección y no hallarla,
componer una historia para quien no la merezca
siguiendo la cosecha del insulto y la indiferencia,
…
Tanto me quejo que me postulé víctima
como hombre no entendí,
a mi no se me obligó a yacer
con un baboso sultán
ni tuve que espera el perdonar de la vida
que por ser mujer debió pelear,
esos obstáculos que yo solo puedo entrever,
sobrevivir
tras mil y una noche de insomnios
para acabar
en una cárcel de oro, mármol, nada,
en el ninguneo
a una inventiva sin parangón
a la que se le atribuyó voz anónima
para obviarla, difuminándola en belleza,
…
Solo podría ser una mujer la que se salvó escribiendo
la mil y una noches destruyendo
al ser abyecto que la esclavizó,
me gustaría ser como ella sin sufrir lo que ella
ser mujer sin las discriminaciones
sin las normas religiosas, misóginas imperantes
ser fuerte pero no necesitarlo
crear historias y no terminar
llamándome anónima,
…
Ninguno de lxs escritorxs libertxs
seremos salvadxs por contar historias
nos dejarán incluso escribirlas
disfrutar de nuestra imaginación agria,
ellas como siempre serán primero no dejadas
luego atacadas, borradas, olvidadas
y siquiera mil y una noche de insomnios
la perdonaran de terminar durmiendo
el sueño de las injusticias.