Los resultados son sin viento
ni de cara ni de espalda
son con el ahogo sembrando
y la retina posándose en la flor,
el día es un aposento
de aquella noche arañada
luna trémula
contra sol impávido
tú en la sombra vespertina
adorando cual niño una estrella
tan raudo como el corazón de la sal.
Piedra
