Un recinto del que no consigo levantar velas,
en el que no se me otorgó la gracia de respirar
cuyo vacío se rellenó de hiperventilación,
de formas imprecisas construidas con pesadillas
cuya revancha soy yo mismo yacente, inservible, túmulo
y que me hace daño antes, ahora, después y cuando duermo
que lucha contra la osadía de poder mover la vida
que aguarda en la esquina para reírse de la yo nada
que va más allá, es el terror monstruosidad ingenua
algo que es desde la niñez y que no encuentro
sobresale de la línea quieta y horizontal de la historia,
y me gustaría tanto enfrentarlo como encontrarlo.
Claustrofobia
