Soporto poco las historias
que comienzan y terminan
son tan mentira que me ahogan,
las escucho atónito y escurridizo
me convierto en agua tácita
y después que otros las cuentan
las veo proseguir con astucia
igual que las noté presentarse
como un tren vibrante,
carecen de magia
son como cortar la columna
vertebral de una víbora
y esperar que pueda
seguir mordiendo,
son tan nada que se repiten
como bacterias infectantes
recorriendo el orbe
siempre presentadas
con un ¡tachán!
Tachán es una palabra que no significa nada.
