Los objetos son el mundo
rígido y frío
que está fuera de nosotros
y que en su conjunto
apiñados o dispersos
hablan de nuestros sentimientos.
Los amasamos con efímeras manos
los contemplamos quietos en la habitación
les hablamos, los pintamos, los fotografiamos
con su expresión inmutable son nuestro ánimo
¿quién no se conmueve con una habitación vacía
un lienzo en blanco, con una página inmaculada?
Nos inquietan los huecos, los trozos de nada
el silencio, la hoja del roble detenida sobre la mesa
el bolígrafo que no tiene palabras que garrapatear
el misterio al que no pedimos cuentas,
la silla, la cama, la habitación de Arles,
el silencio que produce el ausente,
su mirada detenida en la nuestra…