Durante las palabras
sentimos estar hablando
con el silencio,
conforme el dialogo
desarrolla su arrullo
seductor, girando
al cuello, observando
el torso denso,
los fulleros
pasan despacio
zigzagueando entre nosotros,
susurrando
aquellas soflamas
que suenan a azúcar,
y si no callamos
si no nos detenemos
si no dejamos
al pensar acercarse
a nosotros,
ellos tiraran del cordel
que nos liaron
al cuello.
Serpentina dispersa entre el suelo durmiente, escapa con el viento, te ofreció una oportunidad.
Y cuando te gires lejana, nosotros enteros pero aquí, tus dispersa pero allí, no sientas haberte ido.
Tú te rompiste por pensar, serás siempre integra, nosotros enteros por dejarnos arrastrar, solos, hablando, entre diálogos de fondo abismo, tan rotos que no se nos ven las fisuras…