Qué complicado es seguir como si nada.

 

Tendréis cruces de piedra,

de madera,

grabadas con cincel,

con fuego,

gozaréis de todo el olvido,

de toda la historia

para recordar

que las hojas

se deslían

en los años que no se acaban,

seréis la nada por mucho

que os creáis el centro,

seréis la nada mañana

el año que viene,

el siglo, o los milenios

eternos,

no se intuye la detención

del tiempo,

las cruces junto a los huesos

oscurecerán, permanecerá

vuestro ADN de ahogo,

será conservado dentro,

en ese cobarde miedo

frasco solitario, unitario

que os empuja a salvaguardar el culo,

 

pero:

desaparecerán las lapidas

las cenizas, los mausoleos

la tierra que pisáis,

la que amasteis,

desaparecerán los que os recuerdan

y los que recuerdan a los que os recuerdan,

 

sin embargo:

permanecerá vuestro aliento

el olor a sangre seca

el rastro de orín en la esquina

marcando vuestro vil territorio,

la seriedad ya de boca borrada

los íncubos en la cultura

los ebrios y sinuosos postulados

que nunca nos dejan asir la igualdad,

ese regustillo amargo por falta de saliva,

todo vuestro ser contenido

en nuestra carne trémula,

 

no logramos alejaros

formáis parte de esta cultura

grotesca que proyecta el pasado,

aprender a vivir con vosotros

es fácil,

lo complicado es conocerlo

y existir como si nada.

 

 

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