La tierra sin el linde embebido en veneno
la voz sin la evasiva cantinela del idioma
el alma sin la cárcel religiosa de lo virtuoso,
padre matria, madre matria,
sin la violencia, sin la burocracia
de un absurdo empujar a la frontera,
madre tierra, padre tierra
somos de ti como el terrón,
un silbido del jilguero
la brisa que eriza la avena
el ronquido del caño que salpica,
o los gritos temblorosos, nuestros
al principio tuyos.