¿Es la vida una agónica cuenta atrás, nos arrastra con una fuerza sin nombre, o avanzamos adentrándonos en el tiempo como un aventurero empleando el machete?

 

 

Entre la fuerza

entre la palabra

desfila silbando la consciencia

con aire oliendo a encías,

 

confundido, apático de renuncia

lleno de avaricia barata, premonitorio

ruin y sincero en la misma balanza

trepando al foso que hunde el trayecto

escondido, roto, surcando  el infierno,

con los brazos alicaídos, gritando alianza,

 

entre la fuerza

entre la palabra

el turno lo pide el silencio,

sobre la cama, arropado

acurrucado como un niño

con ojos exclusivos

para el sueño,

no reconoceré a la muerte

entre piezas deterioradas,

no me reconocerá la muerte

aun palpita el reloj

con el que mi bravura

convierte en desfile

cada segundo,

 

no me contestarán la cuestión

para cuando llegue la respuesta

mi lugar lo habrá ocupado un recuerdo.

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