La verde distancia que separa un desierto de otro
destruye toda intención de cambiar el suelo,
asfalto, montañas de ladrillos, camiones de hormigón
vigilan que el pequeño árbol lleve sus ramas al cielo,
no sea que el precio de contemplar la perfección
nos confunda y forje pequeños pies libres de nosotros,
ese jardín tan pequeño, es nuestro
plagado de ruinas, cimientos no comenzados
y los sueños, pequeños socavones hondos
con el espíritu debilitado y viejo
desde donde trepa el olvidado, aquel niño.
Una respuesta a “Todo es ceremonia en el jardín salvaje de la infancia (Pablo Neruda).”
MUY BUENO
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