Esta vejez incontestable
de la que nadie nos ha hablado
y de la que nos acusan
será causante, según gobiernos
y organismos internacionales
de la quiebra del sistema.
¿A qué juegan?
¿A ver quién es más gracioso
o a cuál es más inepto?
Difícil contestación,
mi mente no consigue
la percepción necesaria
para indagar y predecir
si seremos capaces de elegir
gente mejor preparada,
aunque serán, y todos los sabemos
peores vendedores
de ellos mismos.
Entre tanto a especular
a sufrir a políticos
haciendo política, jugar a poltronas
y dejar que las ideas fluyan
por su cabeza como las pepitas
en un sonajero,
son parte del problema.
Nosotros fumando opio
que puede ser cualquier entretenimiento
pueril y vacío
de esos que se inventan para el pueblo
comprar, consumir, volar con la cabeza
por un futuro virtual
del que no sabremos saltar
más que para un presente llorar
sin valor y alto precio.