Nos retiene añorando, perdiendo
ganando para la memoria
y esa enseñanza barata de creencia
que se suma al baile y se agarra al hueso,
lo que llegará es más delgado, oscuro
nos emplaza a su resolución,
desmoronarse sobre el agujero
zancadilla del pie derecho al izquierdo
o del izquierdo al derecho,
entretenidos, volando entre holganzas
materias cárnicas, ínfimas, roídas
terminar grabados en cada partícula
arena de playas, suburbios, fábricas
basura del espacio que a la respiración salpica,
humo, no emerge, cae sobre la vaguada
blanco, o negro, disuelto,
elegante entre tanto bamboleo,
el corazón no sangra, bombea
para que las heridas combatan,
el flujo, la luz dormida, esgrimida,
todo lo que la cama silencia,
la mirada al infinito dijo adiós
cuando nadie escuchaba,
las manos se engancharon
a las sábanas
cuando nadie callaba,
entrañable, seductor, transcurre el tiempo…