En la política se conduce mirando el capó (Manuel Marín)

 

 

Emerge desde la voz

grita silencio

eligiendo la lejana alborada,

partícula oblicua

que tizna como el aceite

mezclando sudor y horizonte,

construye un camino

con demasiado trabajo

lo borra del recuerdo,

no subió al picacho

para pensar, remodelar

sistemas, cohabitar

con el drama, el llanto

la risa, el jolgorio,

a largo plazo

aquello que observa

los continentes

no se mueven

de hoy para mañana

los problemas

que en ellos se apoyan

asentados en la monotonía

seguirán partiendo

viajando hacia la cárcava,

entre la política

y su maraña de ramas secas

el tronco de repente creado

la sangre y la frente rota

el frenazo sobre chapopote negro

volaremos retirando el cristal roto,

 

un día puede albergar

una vida de emociones

y si la mirada se dirige

hacia el pie que humilla

la voz que abuchea

o la luz que inflama,

no habremos aprendido nada

la historia se repite,

sostienen los mismos hilos

otros cuerpos, mismas personas.

 

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