Emerge desde la voz
grita silencio
eligiendo la lejana alborada,
partícula oblicua
que tizna como el aceite
mezclando sudor y horizonte,
construye un camino
con demasiado trabajo
lo borra del recuerdo,
no subió al picacho
para pensar, remodelar
sistemas, cohabitar
con el drama, el llanto
la risa, el jolgorio,
a largo plazo
aquello que observa
los continentes
no se mueven
de hoy para mañana
los problemas
que en ellos se apoyan
asentados en la monotonía
seguirán partiendo
viajando hacia la cárcava,
entre la política
y su maraña de ramas secas
el tronco de repente creado
la sangre y la frente rota
el frenazo sobre chapopote negro
volaremos retirando el cristal roto,
un día puede albergar
una vida de emociones
y si la mirada se dirige
hacia el pie que humilla
la voz que abuchea
o la luz que inflama,
no habremos aprendido nada
la historia se repite,
sostienen los mismos hilos
otros cuerpos, mismas personas.