La enfermedad es tan diferente a mí,
me contagia de dolores y tenebrosas
verdades que ignoro, se difuminan
con sonrisa y vientre, las barcas
surcan a diario el pontos, se olvidan,
parten al conocido abismo, las añoro
cantando son incomparables, inventan
desaparecen felices, hacia su condena
contagian mi cuerpo, desertan
sobre todo por pura cortesía
divagar se me da bien, rebuscan
habitar mundos oníricos
entre la jungla de la desazón, triunfan.