Ser un cometa no te da competencias para brillar cualquier cielo,
sí para recorrer el asignado y ser admirado por tu tenacidad,
duplicar la oportunidades dignifica la elección,
hacia aquella galaxia o esta otra,
decidirías si tus piernas no fuesen cadenas,
lo piensas,
haces dentro de tu elegancia los giros
más imperfectos que hayan creado las fuerzas
de este cosmos viejo y de lejano seudónimo,
lo piensas,
tan difícil es ubicar la nada en este todo
que has construido sin cimientos
con preguntas, respuestas, enigmas, olvidos…,
si coexistiesen las noches y todos los días entre los destinos
el tiempo sería advertirte, comprenderte
y la muerte seguir brillando.