He buscado el dato de cuantas veces mentimos al día, no hay estudios muy precisos, quizá los investigadores no consiguen delimitar la linea delgada entre una mentira, una exageración, un adorno, un no querer ofender al interlocutor. Los datos estimados son entre dos y doscientas mentiras al día, en una conversación de diez minutos se llegan a contabilizar hasta tres, en fin, son datos aproximados, me he topado con muchos porcentajes, algunos muy altos, otros más moderados. En lo que sí están de acuerdo es de que se miente bastante, y que es necesario y natural.
No obstante existen unas mentiras que destruyen, cuyo objetivo es la agresividad y/o la manipulación, ninguno estamos a salvo de cometerlas y ni de sufrirlas. Son también idiosincracia humana, aunque quizá tenga que ver más con la cultura que con los genes. Nos enseñan poco a combatirlas, a no dejarnos arrastrar por ellas, porque lo que sí nos inculcan es que debemos pertenecer a un grupo humano para sentirnos realizados. Si los que mienten pertenecen a nuestro bando serán perdonados, en cambio si son del contrario crucificados. Yo, quizá por mi “aspergelidad”, no lo consigo normalizar, me cuesta mucho mentir, cuando creo que hay que decir una mentira porque toca, el contexto así lo exige, me convierto en silencio, intento desaparecer.
Hoy he escuchado una, y suele decir muchas, de un señor muy moderado de la oposición política española, al margen de su ideología, no soporto que mientan, pero a la gente, a los que le votan, les da igual, no es una media verdad, no es una exageración, no es un punto de vista, era sobre la realidad más objetiva, ha dicho que es vieja la lucha entre ricos y pobres, no sé, cuando una gran proporción de la población es pobre, y otra proporción es rica, cuando miles de niños de la cañada real no tienen luz hace varios años porque no son votantes, o no los siente como tales, es lamentable, ¿no se debe estar en contra de los ricos?, ¿no se debe estar en contra de los pobres?, ¿esa lucha es antigua?, es tal la mentira que no he podido dejar de estremecerme hasta la fibra más profunda de mi cuerpo, ¿él va a hacer algo para lucha contra la desigualdad?, al parecer no, porque esa lucha no existe, es tal la mentira que retumbará por los siglos de los siglos si mi cabeza durase tanto, él no la quiere ver y por eso miente, la riqueza es como la energía, unos la amasan porque a otros le falta, no hay más, la humanidad ha llegado a tope de la riqueza, llevamos más de una tierra esquilmada en lo que va de año, no se puede generar más riqueza de modo real y no imaginario. Por lo tanto hay que luchar contra la pobreza y contra la riqueza, no nos mientan más, digan que no les importa, que no van a hacer nada, al menos así sabremos que si les votamos no se terminará nunca la desigualdad
Lorenzo Arabí 