En cautividad

La cultura es pura imaginación

todo ritual forma parte del deseo,

alucinando los grupos se cimientan,

la catarsis colectiva, la droga convenida

convierten la risa y el llanto en universal

y consigue que la historia cuando parece avanzar

se estrelle contra la patria, las raíces, la nada,

los dueños lo saben, y surfean la alucinación,

se ayudan de la ola y de su falta de escrúpulos,

nadie despierta, el sueño es tan profundo

que las personas que vivimos

al otro lado del convenio

no podemos descansar por los ronquidos,

los dueños, esas instituciones plagadas de monstruos

controlan las pesadillas, esos miedos inmensos,

dan de beber y de esnifar a sus pequeñas víctimas

 que creen estar viviendo una sencilla realidad,

¿y qué hacen? : perpetúan el vaivén prosperidad-austeridad,

algunos quizá se despiertan, terror, se drogan

vuelven a la alucinación, al abotargamiento, a la soledad

de sentirse una célula que no controla nada,

y vuelta a ser esclavos de la exigencia, del ritual, de la alucinación…

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