Un día es siempre el último.

Me duelo entero

la luz aparenta sencilla

y la oscuridad áspera,

me duelo entero

y solo me queda este día

para demostrar fiereza,

no existe otro

aunque quizá mañana,

si me levanto

y me confabulo con la voz

que ayer, anteayer

se fue para buscar ternura,

me duelo entero

recordándome vivo

suspirado de llantos,

no me deshago

porque soy de carne,

me duelo entero

y lo que asumo como andar

es esperar al viento

que levante las velas.

A %d blogueros les gusta esto: