Las trincheras de los poderosos.

La economía dominante es un problema para la sociedad que como el yonqui no es capaz de reconocerlo, el consumismo es el motor que nos mueve y nos destruye, las hordas de seres que se oponen al movimiento, al aprendizaje de los errores, es descomunal, la piedra que hay que mover es inmensa, inabarcable, y aun así existen quienes la golpean con picos diminutos, deteriorándola con lentitud, y han conseguido sacar arena para cementar los avances. La mejora de las condiciones humanas siempre se han construido contra la oposición de los que controlan el mundo, y sobre todo de los que creen que cambiar va en contra de su religión, o simplemente de su montículo de miedos. 

La economía dominante se basa en manifestar la fuerza machista, como adolescentes que se bajan los pantalones para enseñar sus atributos y medírselos entre ellos, esos hombres siempre niños que aprendieron de sus padres a merecérselo todo, gobiernan la tierra, solamente conocen el lenguaje de la violencia, el que se utiliza para construir una economía basada en la desigualdad, consiguiendo con artes prestidigitadoras que hordas de desheredados, y las mal llamadas clases medias, estén de su parte. El miedo a estar peor, introducido gracias a los medios de comunicación manipulados o mediocres, es lo que mantiene a la sociedad coherentemente anestesiada en su propia aniquilación. Es desalentador observar como no se puede hacer nada en contra de que te metan en una guerra, que lo de ahorrar energía te ponga en contra a gente que le cuesta mucho pagarla defendiendo el despilfarro para quien puede permitírselo. Hace decenios deberíamos estar ocupados en no dilapidar la energía, entre ella los materiales que acaban en vertederos, o quemados, pero solo mencionarlo se produce una oposición brutal, aunque a esos mismos les preguntes, y por lo que sea, estén muy preocupados con el cambio climático, pero no están dispuestos a hacer nada, siquiera están informados solamente alarmados, y votan a partidos que no van a luchar más que lo necesario para mantener su postureo (Greenwashing). Me gustaría comprender mejor a esta raza humana, me desconcierta a pesar de que mucho de lo que se produce es esperable aunque finalmente  incomprensible. 

El deber del periodismo debería ser convertir la información en conocimientos relevantes, ayudando, con otros, como un sistema de educación que promueva el pensamiento crítico y ponderado, a actuar a favor del beneficio de la mayoría y no de unos pocos, ¿Utopía?, ahora mismo sí, pero sin luchar por lo imposible, con lo grandes que son los retos, nada sería posible.

Como dijo Dostoyevski: “La tolerancia alcanzará tal nivel que a la gente inteligente se le prohibirá pensar para no ofender a los imbéciles”,  el poder que sostiene el sistema económico se encarga hace siglos de mantener la media de inteligencia baja a modo de trinchera contra los que  advierten un poco mejor la realidad.

2 respuestas a “Las trincheras de los poderosos.”

  1. Gracias, Lorenzo. Muy interesante tu entrada, da mucho que pensar… la raza humana y sus miedos… quién maneja los miedos de la gente, lo maneja todo, desgraciadamente. Creo que hay que seguir afrontando los miedos para mejorar como individuos y como colectividad. Fácil no es. Saludos!

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    1. Gracias por tus palabras, un saludo.

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