La especie que se odiaba a si misma aunque era capaz de amar incondicionalmente.

La contrarrevolución devastará la conflagración

en lugares de ocio anodino, llanuras sin oteros

y el hombre se aburrirá en su silla, cantando

con los gusanos que le carcomen el vacío,

quizá aprenda a llenarlo con conciencia

y sororidad, detenida en los búnkeres del sistema,

quizá pierda la oportunidad y la vida

contrariando a la igualdad que lo equipara,

soplemos las velas, este año la suerte gime

por nuestra alma podrida y dubitativa

sigamos así que el camino será insuficiente

para componer tanta escena de tormenta.

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