Esperando que caiga la noche

Qué la gente no sepa lo que significa elegir a quien te va a gobernar me produce desazón, y que el cincuenta por ciento siquiera se digne a acercarse a una urna electoral me causa incluso dolor, que en un lugar que presume o se queja de España vaciada voten a quien en su programa lleva el centralismo, la disminución de las prestaciones públicas, la xenofobia, ¿cómo se puede llenar ese territorio si no es con gente de fuera?, la otra opción, la de tener más hijos es difícil de contemplar en zonas envejecidas y con muchas menos mujeres, se fueron huyendo de la falta de oportunidades y del único panorama que se les ofrecía, además en su propio argumentario está el machismo más feroz, y la homofobia más violenta, y el dejar que las tradiciones sean el único valor que una tierra tiene, como si estas manaran de las fuerzas telúricas, enfrentándolas al progreso, a la igualdad, a la mejora del individuo en una sociedad más igualitaria. 

Me recuerda una historia de un general rumano conocido por su represión sangrienta al pueblo gitano entre las dos guerras mundiales, después de un viaje a otro estado dijo no me gusta lo que he visto allí, no existe la libertad de la que disfrutamos en nuestro hermoso país, son ignorantes y retrógrados, poseen incluso leyes que ajustician al que mate a un gitano.

Esa es la gente que se ha votado y ha ganado en Castilla y León, o como le llaman ellos, Castilla la vieja, personas que no cejaran hasta llevarnos a otra era, la pena que tengo es que sé que muchos de los que le han votado no son fascistas, creen que votan a los que les defienden de agresiones externas, es penoso que se vote con miedo en vez de con esperanza. 

Es un día aciago, negro, en el que el futuro se torna tenebroso, los fascismos se alzan como al principios del siglo XX, Rusia con el fascista de Putín, china con su dictadura fascista, EEUU con su gobierno progre fascista, Ucrania…Europa con el gusano que tantas veces le ha comido desde dentro.

Esperando que las personas lean los programas electorales, afortunadamente vivimos en más o menos una democracia, se informen de verdad, no solo en un medio de comunicación, que lean diferentes opiniones e ideas y se formen la suya alejándose de los maniqueísmos, de las polarizaciones, que exijan a sus gobernante un poco de nivel, que voten a lo que piensan después de pensarlo, esperando, porque la esperanza es de verdad libertad, e intento que nadie me la arrebate pues sino no me quedaría nada que ofrecerme en la vida. Esperando que caiga la noche, hace falta valor, hace falta valor…

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