El romanticismo le explica a la mujer que ella es fortaleza
que solamente debe ser conquistada con gesto heroico
con ese amor en la que ella es el objeto deseable,
implícitamente se le vende aguantar
renunciar, pasarlo mal, esperar,
el romanticismo es patriarcal
el romanticismo es sadomasoquista,
es no querer a la persona como era
si no como se muestra, con el estereotipo
más o menos sublimado,
el violento príncipe que corta cabezas
la dulce princesa que suspira allá en la torre,
sin romanticismo no se produce la explotación
sin romanticismo se produce el compañerismo
ese mal que atormentaría a cualquier misógino,
lo más perverso es su manera de venderlo
como si el paraíso fuese sufrir, doblegarse
ante la insistencia, tras la conquista el mundo idílico
se desvanece, besando al sapo no viene un príncipe
llega la vida real completa de inverosímiles
saltos en el trapecio y transmutaciones de la existencia.
2 respuestas a “La enfermedad, sin vacuna, del romanticismo.”
Muy cierto!
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Gracias por contestar.
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