La investidura.

La ropa se la compramos
la cama se la encuentran hecha
se pelean por sus juguetes
ignoran nuestras necesidades
no nos dejan descansar
estamos hartos de sus gritos,
lo que ellos llaman igualdad
se está luchando acera por acera
esa promesa de que van a estudiar
ya la sabemos incumplida,
están toda la noche con el teléfono
meándose en la cama, temiendo a monstruos,
nos tocará como siempre inflarles el ego
para que salgan a sus reuniones como gallitos
a piar con la boca grande,
porque ellos comen más que nadie
por eso se merecen más que nadie,
y lo peor no sabemos pararles los pies
porque piensan como nosotros
los vimos nacer, crecer,

nuestra preocupación para siempre.

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