Caminar obliga a dejar atrás

Fluctúese
hacia el país, mal citado.
Deprímase
las vacas gordas
nos aplastaron.
Piérdase
en el laberinto
al que jugamos.
Muérase
no era el rumbo
ni pusimos la intuición.
Chistéese
y florezca
al anciano negro.
Actúese
arriba, entre mártir catadura
y moral prodigada.
Húndase
las zarpas que le veamos.
Aparézcase
sin esconderse en la gloria.
Véngase
a montar otro negocio
sobre finca quemada.
Réinese
en su día de la estulticia
y no se contenga.
Vótese
por el que sepa
que siquiera lo intentó.
Prémiese
su arrogancia.
Rocíese
gasolina y arda.
Médrese
hasta ser el rey del hampa
barro de nuestra suela.
Ríase
recitando el cuento
que no concluye.
Espérese
en la laguna
de las horas.
Dispénsese
amargura y obediencia
a la soberanía que coloque.
Lubríquese
y siéntese a esperar
nosotros pondremos eso.(Es justo eso)
Récese
aunque su dios no lo quiera.
Llórese
es bueno para alejar
la muerte por bochorno.
Termínese
no piense, ni exija.
Felicítese.

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