Desorbita entre los ojos del cielo
raudo como la lozanía, es llanto
vuela tranquilo salteando meteoritos,
tropieza en las arrugas de la noche
quieto otra vez esperando suerte,
sentado entre las tinieblas, tiembla,
abrazado bebiendo junto a la farola
arrastra tan poco futuro
espera demasiado pasado,
ubicado en el puntito del universo
más callado
alberga torrentes de plata
hombreras de piedra,
nunca fue lo que se esperaba
se sentía ladrillo
de la muralla,
recordando minuto a minuto
qué debía hacer con el tiempo,
esperando que el pasado
no se le echara al hombro,
se sentía molécula abandonada
por el universo que riendo calla
paradójico, disfraz, confianza.
Toda esperanza le parecía en contradicción con el mismo principio de este universo… (El poder cambia de manos- Czeslaw Misloz)
