Entre comer y salpimentar guerras

 

 

Sin diez mil muertes sin nombre

y su esclavitud, no existe la historia,

el rey se apropiará de la consecuencia

como un fagocitador del orbe,

se ahorraran los párrafos

de los muertos,

el olvido es mudo,

 

lagartos y lagartijas

se sentarán por nosotros,

especies sin pijama,

no duermen,

así no sabrán

cuantas pueden

llegar a ser

las noches injustas,

 

descansaremos sin molestias

entre la tierra y el suelo

justo en la epidermis,  el fango,

bajo la luz, estirpe de tronos,

alrededor de los linajes flemáticos,

mohosos, que crearon anónimos

calafates, que enterraron con nosotros,

crearemos la moral alterada:

no es contradictorio acabar con el otro

alimentarse de la sangre y del fuego

y esperar una sonrisa al volver a casa.

 

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