No se me ocurriría
llamarla mi hada, mi reina
alejándola de su condición de persona
de nadie, suya, construyendo
con su bondad el cielo,
la tierra con su carácter,
los caminos
con su determinación,
y el sentido de los pasos
con su inteligencia,
intentar intentamos
humildemente ser menos solos
y más muchos
romper la flaqueza y el espejismo
la rudeza intrínseca al escenario,
intentar intentamos
ser amantes compañeros
de pasos inadvertidos
cruzando espejos secretos,
intentar intentaremos
divertirnos que para eso hemos aparecido
en este mundo sobre estas tablas
disipar la espesa niebla,
y por qué no
también descubrir y bailar
entre-pasos trastabillados
a correr sin viento
a buscar un hombro
y girar abrazados,
observar y comentar
y tras dormirnos besándonos
despertar de nuevo,
suspirar a la anhelante noche,
nos regaló
de nuevo un día.