Misiva a mi amor anti-romántico

 

  

No se me ocurriría

llamarla mi hada, mi reina

alejándola de su condición de persona

de nadie, suya, construyendo

con su bondad el cielo,

la tierra con su carácter,

los caminos

con su determinación,

y el sentido de los pasos

con su inteligencia,

 

intentar intentamos

humildemente ser menos solos

y más muchos

romper la flaqueza y el espejismo

la rudeza intrínseca al escenario,

intentar intentamos

ser amantes compañeros

de pasos inadvertidos

cruzando espejos secretos,

intentar intentaremos

divertirnos que para eso hemos aparecido

en este mundo sobre estas tablas

disipar la espesa niebla,

y por qué no

también  descubrir y bailar

entre-pasos trastabillados

a correr sin viento

a buscar un hombro

y girar abrazados,

 

observar y comentar

y tras dormirnos besándonos

despertar de nuevo,

 

suspirar a la anhelante noche,

nos regaló

de nuevo un día.

 

 

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