Nada es mejor que el ahora
ni la cantidad de segundos que le preceden
ni los infinitos que verán y olvidaran estas letras,
y con ello no digo que mañana no escribiré lo mismo
para renegar de lo que estoy diciendo,
porque sin una buena lucha interna no encontraríamos la calma
sin los truenos de nudillos que golpean puertas
no amenazaríamos con renovar el contendido,
los héroes son los que vienen,
atraviesan desiertos, saltan vallas
para aceptarnos a nosotros que dormimos
un sueño burgués flojo y aniñado,
y romper el ahora con una realidad indecisa y única
para construir los días precedentes
con un siglo nuevo,
sabed:
se está edificando un mundo
con los ladrillos del nuestro muerto.