
Me desasosiega como si hubiera recientemente leído un libro de mi admirado Saramago, o Pessoa me hubiese poseído, la esencia del ser humano, que repite la historia ensayando la ceguera, experimentándola por si mismo, cerrando los ojos por propia voluntad, agachando la cabeza, cambiando el tener por el ser, sin haber aprendido los caminos que andamos como sociedades hace más o menos un siglo, al menos aquí en Europa, los años pasan, pero la gente no aprende a gestionar sus miedos, a enfrentarlos desde la racionalidad y la ciencia, se tapan con la manta construida del elemental conservadurismo que emana de las tripas, las creencias, la religiones, las supersticiones. Cabezas de la Hidra de Lerna, a las que sucumbimos, todas salen de un cuerpo al que le falta el conocimiento vasto, el que da escuchar, ver, conocer el mundo desde diferentes ángulos, opiniones y vivencias, se nos inculca que el mundo sea como el de nuestro entorno, ese de tradiciones trasnochadas inventadas en un pasado oscuro, no todas malas pero sí con la vocación de convertirse en obligatorias, que lo que es un poco diferente nosotros nos encarguemos de convertirlo en aberrante, que cualquier manifestación que se aparte de la norma, de la idea predominante sea transferida a los arrabales de la sociedad, la empujemos a puntapiés, y le gritemos palabras obscenas, y a sabiendas que no ha funcionado nada de lo que hicimos sigamos navegando por sus aguas que no aguantan nuestra embarcación.
De nuevo el fascismo, una y otra vez, con otros nombres, los mismos que quemaron brujas, herejes, que expulsaron de su tierra a la gente de Al-Andalus, los que sometieron a la esclavitud, los que colgaron a un esclavo negro de un árbol cerca del Misisipi, los que arrasaron Europa y destruyeron la vida de millones de personas, los que dieron un golpe de estado en España que desencadenó una de las guerras más atroces, los que matan a una mujer por no llevar el pañuelo, los que empiezan y prosiguen una batalla por un territorio, los que acosan, ningunean, maltratan, usan, golpean, torturan, asesinan…a una mujer por ser mujer, los que en nombre de su dios pueden exigir lo que sea, porque la verdad absoluta no se cuestiona, los que impiden que la igualdad entre mujeres y hombres se consiga escondidos tras las tradiciones, los que predican que la falta de equidad del mundo responde a un sistema natural, en el que unos son superiores a otros, los creyentes en la meritocracia, los que votan la añoranza, recuerdan que la maldad consiguió llegar al poder, y quieren rememorar la muerte de la cultura, y la abolición de los derechos humanos…
De nuevo el fascismo recorre Europa como un virus, comienza el tiempo en el que caerán las mascarillas, si no tomamos la vacuna del recuerdo, del conocimiento, de la historia no reescrita, Europa caerá en el pozo hoyado tantas veces. Aupados sobre todo por los que miran para otro lado, los que no votan, los que pasan el día con la cabeza cobijada en sus drogas y placeres, los que sienten miedo y están paralizados, o corren para el lado contrario.
No son tantos los verdaderos fascistas, pero en cuanto cuenten con la fuerza de nuevo moriremos, lo que es peor, sufriremos, hasta conseguir detenerlos.
4 respuestas a “La esperanza un poco más deshilachada.”
Aplaudo con toda mi fuerza tú texto. Ojalá muchos lo lean y reflexionen sobre el análisis tan certero que haces. Te felicito . Un abrazo.
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Gracias, simplemente son pensamientos, ojalá sirviesen como un microgranito para cambiar esta deriva. Gracias por leerme, un saludo.
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Tu texto*
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Simplemente corrijo esa tilde que rebota.
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