Cada cual cree hacer cosas tan importantes y transcendentales…hemos perdido la conexión.

Aquella construcción humana que se contempla desde el espacio

son las luces que ahogan nuestros ojos, que duermen nuestra conexión,

el cielo nocturno contempla exclusivamente al escondite desdichado,

le tenemos terror a la luna, a los puntitos que rompen la cerrazón

a los cuentos atávicos que nos contaron en las hogueras por siglos

y queremos ser escondite y escondidos, competidores y competición

controlar el movimiento preciso de los astros, iluminando, oscureciendo…

Estamos preparando ya el equipaje, ¿ponemos ropa de abrigo, de verano, o de apocalipsis?, el tiempo se volverá loco en este nuevo planeta, y queremos mantener la sonrisa como si formara parte del infinito.