Se han silenciado a demasiadas mujeres
que lograron tras los muros de hormigón o cristal
construir, crear, investigar, producir, tomar
su lugar, despejar un cuartucho de pestilencias
hasta desarrollar su habitación propia,
no es descabellado proponer que vayan a amodorrarse
bajo la sombra de la historia, olvidarlos, que caiga la niebla
sobre un tenor, u otros, maltratadores, abusadores
violadores, seres, hombres que usaron su supremacía
para construir desde su atalaya lo que quisieron,
con un final de disculpa porque saben que se les disculpará todo
y luego cantaran, se les recordará, y se blanquearán sus bajezas,
no pasa nada por olvidar a quien se lo merece,
se olvidaron muchas que no se lo merecían
entre ellas a quienes esos depredadores destrozaron.
2 respuestas a “Un poema para olvidar”
Muy fuerte y cierto, un gusto leerlo
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Gracias.
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