Un poema para olvidar

Se han silenciado a demasiadas mujeres 

que lograron tras los muros de hormigón o cristal

construir, crear, investigar, producir, tomar

su lugar, despejar un cuartucho de pestilencias

hasta desarrollar su habitación propia,

no es descabellado proponer que vayan a amodorrarse

bajo la sombra de la historia, olvidarlos, que caiga la niebla

sobre un tenor, u otros, maltratadores, abusadores

violadores, seres, hombres que usaron su supremacía

para construir desde su atalaya lo que quisieron,

con un final de disculpa porque saben que se les disculpará todo

y luego cantaran, se les recordará, y se blanquearán sus bajezas,

no pasa nada por olvidar a quien se lo merece, 

se olvidaron muchas que no se lo merecían

entre ellas a quienes esos depredadores destrozaron.

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