Soy un urbanita que necesita el cielo
la voz que tañe el agua con su boca húmeda
el viento que trae el aroma que ronda el recuerdo,
sin embargo para estar solo, necesito
el ruido, las palabras dichas con acritud sincera
y un toque de locura e intransigencia,
además de alguien que nombre a la libertad
y que se le olvide todas las demás mentiras.