Soñé sumergirme en un submarino
contenía un huerto y flores amarillas
destacando de entre un triángulo impúdico,
y nos sentábamos en la profundidad
recostados en tumbonas de lona
al sol de esmeralda líquida
y a la brisa de refulgente pluma,
rumié con la libertad de surcar
profundidades de espacio y tiempo,
y sonreí, antes de sentir que mi casa encogía
disminuyendo el mundo, la alegría,
pude no despertar, pero sonó el despertador
que recordaba cuando la obligación,
se había quedado fijada en el pasado.
Cuando la esperanza es un submarino
