Despacio se escapa el ojo que nada mira
cayendo por la escalera como una canica
cadenciosamente, en una cámara lenta
cuya sola presencia nos desespera,
ese aparato lo situaron para grabar luchas
y luego desenfocarlas, enlentecerlas,
convertirlas en eternas, en Iliadas,
esos últimos cincuenta y un día
de una guerra de diez años
que seguirá sucediendo
si nadie la detiene,
entre tanto
el punto de vista se escapa
cayendo escalera a escalera
quien sabe a cuanto de hondo,
serán como dijo la canción
mil años y muchos más,
nacerán personas, muchas más
y mantendrán la eternidad de la queja.