La garganta que canta
es el instrumento que reza
al cielo que no habla,
boca abierta como ventana
de dos hojas
que traquetea
un día de aura,
demasiadas estropeando
el trance, el silencio
de la voz que entona
y alza sin palabras
todo el grito
reunido con gaviotas
que se adentran
en el abismo de la mar,
en el abismo del alma.