Miseria y tortura
mojan el mar
aran la tierra,
equilibrio y consenso
duermen los ojos
esperan en la puerta,
la buena gente sosiega la cuna
canta y arrulla a la apariencia
no destaca por expresar
su lloro como rabia,
su sonrisa, tan utilizada
fue poco útil frente a la víctima,
corren los pasos por corredores
de vientos que asfixian con violencia,
las bocas permanecen gritonas
mucho murmullo y pocas piernas.