Se inventó el remedio antes del golpe
y por eso al caer le dolió gastar
la pomada contra el abandono
que fabricó mientras lo acompañaban,
se interrogó conociendo las respuestas
antes de las preguntas, pero debía formularlas
y recitar el guion que él mismo predijo,
se escapó de la verdad
cuando todas las mentiras
se degradaron ante sus ojos,
el rumbo que siguió
se lo señaló una veleta
que conocía la dirección,
recalificó cada huella,
cada gota de su sangre
que dejó en el camino
fue nombrada con el nombre
de la derrota o la victoria,
convertidas en lo mismo tras el paso del tiempo,
sus huesos aterrados se alejaron de la carne autómata,
la quietud le asaltó,
el sobresalto se rindió,
el suelo le abrazó,
se había arrepentido
sabiendo que no es la mejor opción,
se sentó sobre la roca,
divisó inventándose un paraíso,
cerró los parpados
sintió lo mejor que le había sucedido,
su infierno inventado.
2 respuestas a “Amante del infierno inventado”
MUY BUENO
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Me alegra,Gracias.
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